Actualmente,
los alumnos se ven invadidos por un gran número de juegos electrónicos que
estimulan su pensamiento mecánico. Además, las nuevas tecnologías y la sociedad
actual nos llevan cada vez más a una capacidad de atención y concentración
menor, debido en parte, al gran número de estímulos que recibimos, a la
despersonalización de las comunicaciones interpersonales o al individualismo.
Desde
el centro estamos trabajando durante este curso escolar con el Proyecto
“Saludablemente”, donde abordamos la educación y la salud emocional. Una de las
vías de trabajo que desarrollaremos a través de este proyecto será la del
“Ajedrez educativo”, con el que promoveremos la práctica, estudio y mejora del
ajedrez en diferentes tiempos no lectivos. De este modo, antes de empezar las
clases, en el recreo, el tiempo extraescolar o el restante de las comidas, en lugares
como la biblioteca, el patio o los rincones preparados en los pasillos, serán
contextos de práctica de ajedrez.
Los
beneficios que ejerce el ajedrez sobre el desarrollo educativo de los niños han
sido verificados en numerosas investigaciones a lo largo de los años; como, por
ejemplo, el aumento de la capacidad de concentración, la ejercitación de la
memoria o el desarrollo del pensamiento lógico-matemático, entre otros. Pero,
abordándolo dentro de la educación emocional, el “Ajedrez educativo”:
- Nos
ayuda a valorar con antelación las ventajas e inconvenientes de una
decisión y a planificar anticipadamente las respuestas a distintas
situaciones.
- Nos
responsabiliza de los propios actos, reconociendo los aciertos y los
errores cometidos y, lo más importante, asumiendo las consecuencias
positivas o negativas de las decisiones tomadas.
- Con
él desarrollamos la autoestima y la superación, valorando el propio
progreso en el aprendizaje y adquiriendo un nivel adecuado de
autoconfianza.
- También
incrementamos la capacidad de decisión mediante la elección, inevitable,
entre varias alternativas en un tiempo limitado.
- Aumentamos
el control emocional y la impulsividad, evitando acciones irreflexivas.
- Estimulamos
la perseverancia en el abordaje de tareas y la resolución de problemas.
- Analizamos
las cuestiones desde diferentes puntos de vista, situándonos en la
perspectiva del oponente.
- Disfrutamos
del proceso de razonamiento y del ejercicio mental mientras practicamos el
juego, creando cierto hábito al mismo.
- Fomenta
la importancia de la planificación y el orden.
- Nos
ayuda a orientar el tiempo de ocio hacia actividades constructivas y
creativas.
Los
objetivos que pretendemos alcanzar son:
·
Enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje
con metodologías innovadoras para potenciar la motivación del alumnado, incorporando
estrategias didácticas para promover un pensamiento reflexivo, crítico,
imaginativo y lógico.
·
Desarrollar estrategias metodológicas acordes
con las necesidades educativas y formativas que tienen los alumnos, con el fin
de mejorar el desarrollo y adquisición de las competencias básicas.
·
Fomentar las habilidades múltiples que el
ajedrez ofrece, concediendo especial relevancia a la capacidad del alumno para
la resolución de problemas, la creatividad y la toma de decisiones, favoreciendo
la transferencia del conocimiento y la generalización de las competencias
básicas al desarrollo de procesos cognitivos a través del Ajedrez Educativo.
· Posibilitar el acceso de los alumnos con dificultades personales o en desventaja socioeducativa a unos conocimientos y aprendizajes que favorezcan la superación o mejora de determinadas carencias, generando acciones educativas que contribuyan a la convivencia y al desarrollo de habilidades sociales y personales.
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